Control
de estabilidad:
El control de estabilidad es
un elemento de seguridad activa del
automóvil que actúa frenando individualmente las ruedas en
situaciones de riesgo para evitar derrapes, tanto sobrevirajes,
como subvirajes. El
control de estabilidad centraliza las funciones de los sistemas ABS, EBD y de control de tracción.
Funcionamiento:
El sistema consta de
una unidad de control electrónico, un grupo hidráulico y un conjunto de sensores:
·
sensor de ángulo de
dirección: está ubicado en la dirección y proporciona información constante
sobre el movimiento del volante, es decir, la dirección deseada por el
conductor.
·
sensor de velocidad
de giro de rueda: son los mismos del ABS e informan sobre el comportamiento de
las mismas (si están bloqueadas, si patinan ...)
·
sensor de ángulo de
giro y aceleración transversal: proporciona información sobre desplazamientos
del vehículo alrededor de su eje vertical y desplazamientos y fuerzas
laterales, es decir, cual es el comportamiento real del vehículo y si está
comenzando a derrapar y desviándose de la trayectoria deseada por el conductor.
Reduce el número de accidentes por derrape. Los estudios globales que han realizado los fabricantes de coches, las compañías de seguros y los ministerios de transporte han demostrado que el sistema ESPO previene hasta el 80 % de los accidentes por derrape. Esto también se refleja en los gráficos de accidentes respectivos. Cuando hablamos de sistemas de seguridad que salvan vidas, el ESPO está en segundo lugar, sólo después de los cinturones de seguridad.
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